Meet our Founder
Con más de 12 años en la travesía del branding, Rackel Rocha es la mente detrás de la magia. Ha trabajado con marcas de todo el mundo, desde las tierras de Mordor hasta las aulas de Hogwarts, creando logos que brillan más que un elfo Legolas en una batalla (eso es decir mucho.) Desarrollando sitios web que navegan más rápido que un Quidditch en pleno juego y fotografía de producto que captura cada detalle como si hubiera sido encantada por un hechizo de “lumos.”
Ahora, liderando su propio estudio digital en Madrid, Rackel transforma ideas en historias épicas. Aquí no encontrarás ni fórmulas mágicas de “cómo hacer un logo en cinco pasos.” En su lugar, descubrirás estrategias de branding que desharán cualquier horrocrux de mediocridad en tu marca, asegurando que no solo sobreviva, sino que se convierta en la heroína de su propia saga.
Recuerda: en el mundo del diseño, no hay Game Over, ¡solo nuevas oportunidades! Así que si algo no sale como esperabas, siempre puedes reiniciar, ajustar y volver a jugar.
No soy Yoda, pero sé que el branding no se logra en un día.
Tu logo no es una pizza, no puede estar listo en 30 minutos.
Las RRSS son como una reunión familiar: las odias, pero estás allí por la comida.
Diseñar logos en PowerPoint no es mi estilo. Por suerte, el tuyo tampoco.
Diseñar no es como armar muebles de IKEA, aquí todo encaja a la primera.
Meet our TEAM
Dirijo este estudio, sí. Pero sin ellas, esto no tendría magia.
Porque las grandes marcas no se construyen solas, y yo tampoco.
Gabriela Tassielli es nuestra diseñadora gráfica: intuitiva, meticulosa y con un radar infalible para aterrizar ideas abstractas en conceptos visuales potentes.
Daniela Rodríguez es nuestra social media manager: la estratega que transforma contenido en comunidad. Tiene el pulso digital siempre activo y convierte cada post en una oportunidad de conexión real.
Juntas no solo ejecutamos: pensamos, diseñamos y lanzamos marcas con intención y alma.
Esto no es solo un equipo, es un estudio que se deja la piel por cada proyecto.
Y sí, sin ellas no soy nada.